Como bien se sabe los recién nacidos tienen etapas de exploración del cuerpo suyo. Y del ajeno también, por observación. Y yo todavía sigo descubriendo a mi cuerpo. Dado a mis posibilidades de flexión, muchas veces puedo descubrir movimientos nuevos, superar límites viejos, combinar lo que ya se hacer... Cada tanto me sorprendo a mi mismo.
Pero ¿Es posible conocer la esencia de uno? Si lo es, alguien que me presente a mi mismo; Porque yo no me conozco.
Ya varias veces hice esta pregunta a algunos conocidos míos: "¿Cuál es la persona con quien más tiempo vas a pasar en tu vida?". Todos de una responden "Tu pareja". Pero la respuesta es: Uno mismo. Es decir; Si vivo 100 días, los 100 días completos los pasé conmigo. Si vivo 98 años, pasé 98 años conmigo. Uno es inseparable de si mismo.
Luego de pensar en esto decidí que si voy a pasar tanto tiempo (Toda mi vida) conmigo mismo, necesito llevarme bien conmigo mismo. ¿Por qué son tan terribles los complejos con uno mismo? Porque mi presencia es inmanente a mi presencia.
Pero poco a poco fui encontrando las dificultades de conocerse a uno.
El primer problema de conocerse a uno es que es imposible definirse por completo. Las variables que influyen en las acciones humanas son millones, infinitas quizás. Muchas veces uno da una respuesta, y al otro día, al rato, al año, da otra a la misma pregunta. Los gustos cambian y las respuestas varían. Y tal vez ese cambio se da inconscientemente; Uno no tiene registro de que cambió de opinión. Así que ¿Cómo definirme? Puedo solo dar una visión parcial, incompleta en gran medida, y quizás errónea de mi mismo. Por ejemplo en esos mails que te llegan con los datos de otro que tenés que reenviar con los tuyos si no te morís o algo así: ¿Banda favorita? ¿Un lugar? ¿Comida preferida? ¿Día o noche? ¿Rubias o morochas?... Que ridículo ¿No?
Otro problema es que soy poco confiable. ¿No nos mentimos a nosotros mismos a veces? Siempre hay verdades, y mentiras ¿Por qué no?, que no queremos aceptar. Depende de nuestro optimismo y/o pesimismo las respuestas a preguntas como ¿Va a mejorar la situación argentina? ; ¿Me va a dar bola? ; ¿Lo estoy haciendo bien? ; ¿Voy a tener éxito? El estado de ánimo influye en estas respuestas también. Otro ejemplo, que ya conté en otro blogsteo, cuando te gusta alguien que no querés que te guste, pero no lo podés evitar, te mentís: "Ni loco estoy con esa chirusa". Y dura poco pero bueno, esa mentira es la prueba de que uno se miente.
Un problema que se suma son las experiencias fuertes. Hay experiencias que de un segundo al otro nos cambian nuestra concepción del mundo, de una persona, de un futuro, de lo que sea. Por ejemplo yo: Nunca siquiera evalué la posibilidad de trabajar con pibes, y después de una pernoctada de 2º me convertí en un profesor en potencia. ¿Dónde quedó mi futuro de contador?Bueno, es verdad que las experiencias pasadas me ayudan a conocerme, pero sigo sin poder definirme del todo. Una vez que aseguro ser contador, quiero ser profesor, y quizás mañana decida ser astronauta e ir a la luna o mucho más lejos, o carpintero o porno star.
Otro problema es que la tarea de conocerse por completo llevaría mucho tiempo y esfuerzo y sería extenuante. No hay chances de llegar a saber todo de uno mismo. Y peor aún, o mejor aún. ¿Cuántas veces pre - dijimos lo que iban a hacer o decir los demás correctamente? Yo muchas. Creo que se puede conocer más al otro que a uno mismo. ¿Cuántas veces puedo dar consejos y yo no saber qué hacer?
Y la gente me tilda de egocéntrico, de ególatra. "Me amo como la Tierra al Sol" más allá que la canción "Me amo" del Cuarteto de Nos sea un extremo lejano del egocentrismo ególatra, tiene razón. Si no me amo a mí, no puedo amar a nada ni a nadie. Yo creo que en duras, e imprecisas palabras la vida no es más que un egocentrismo menguante: Uno empieza por amarse a uno para poder amar a lo demás; Uno debe conocerse a uno para conocer lo demás.
El ego es el yo. El egocéntrico pone en el centro del mundo al ego, al yo. El egoísta solo piensa en el bien de sí mismo. El ególatra, idolatra su ser. ¿Es todo un intento de conocerse? ¿De definirse? Quizás sea un intento de eso. Pero vivir con un desconocido toda la vida no es bueno. Hay que conocerse. Es dificil, pero hay que intentarlo. Yo creo que el silencio ayuda a escuchar a aquel desconocido interno.
Al salir del egocentrismo inicial, este comienza a menguar hasta invertirse y transformarse en una actitud de servicio. Este es el momento en que uno puede ser felíz. Sin un "otro" al que servir uno no es más que un humano incompleto. Nuestra existencia trasciende los límites físicos y carnales de nuestro cuerpo: Formamos parte de la mente de los otros. Somos un recuerdo en el radio cercano del consciente e inconsciente colectivo, solo por existir frente a un otro. Pero aún así nunca nos conoceremos por completo. Ni sirviendo al otro.
Estamos condenados a una vida al lado de un desconocido; Uno mismo. Pero el otro es quien me ayuda a conocerme. Siempre es más fácil ver al otro que a uno mismo. Tal vez para eso sirvan las relaciones. Para conocernos a nosotros mismos. De una manera u otra y de forma inconsciente utilizamos a los demás como guía para conocernos. No es lo mismo que yo me diga a mi mismo "Tengo lindos ojos" que venga un amigo, amiga, padre, o quien sea y te diga que tenés lindos ojos. Una vez a mi me dijeron "Que linda voz", eso fue en 8º, al año siguiente empecé a estudiar canto, y hoy en día estoy orgulloso de mi voz. Pero sin un otro nunca hubiera pasado.
Tal vez las grandes parejas de la historia están juntas por un contrato espiritual de autodescubrimiento. El gordo y el flaco, Asterix y Obelix, Quijote y Sancho, Batman y Robin.
El ego y yo.
Wally